En las montañas de la Costa Daurada

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Acostumbrados a pensar en la Costa Daurada como sol y playa, hemos querido conocer un poco más las montañas que están al lado y que suelen quedarse en segundo plano cuando es verano y todos nos quedamos junto al mar.

Estas montañas están muy cerca de la costa y son perfectas para que sean una alternativa a los calurosos días de verano o a las tardes cuando apetece dar una vueltecita.

Ya conocimos varios pueblos y el castillo en la Ruta d’Escornalbou, también visitamos el bonito pueblo de Prades: la Villa Roja, hicimos un sendero por el Parque Natural de la Serra del Montsant hasta llegar a la ermita de Sant Bartomeu y esta vez nos hemos acercado hasta un lugar muy especial tanto por la ermita que está construida encima de una roca, como por sus vistas increíbles y por haber sido inspiración a Miró para pintar algunos de sus cuadros: La ermita de la Mare de Déu de la Roca.

 

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Es muy fácil llegar hasta allí. Lo encontraréis dirección Mont-Roig del Camp, a unos 4 km y podéis llegar en coche. Para los más deportistas, también hay caminos que llevan hasta la Ermita. En la web de Muntanyes de la Costa Daurada podéis ver el recorrido.

Lo primero que vemos al llegar es la construcción cuadrada justo encima de una enorme roca, la Ermita de San Ramón. Esta imagen es una de las reproducciones que hizo Miró en uno de sus cuadros y que se pueden encontrar en las rutas propuestas en El Paisatge dels Genis.

 

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Para llegar hasta ella hay que entrar en el recinto. Consultad los horarios de apertura, puesto que varían según si es verano o el resto del año. Se accede por el camino que hay justo al lado del aparcamiento hasta llegar a la puerta principal.

 

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Entráis directamente a la plaza donde está la Ermita de la Mare de Déu de la Roca. Una vez paséis el portal prepararos a ver un paisaje maravilloso. Las niñas lo vieron primero y me hicieron entrar con los ojos cerrados. ¡Os aseguro que me quedé impresionada! El día acompañaba y pudimos disfrutar del cielo despejado para ver parte de la Costa Daurada.

 

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El camino continua hasta llegar a la segunda Ermita, la que está encima de la roca. La roca rojiza sigue acompañándonos y subiendo unos cuantos peldaños llegamos a lo alto, teniendo des de allí también unas vistas igual de bonitas.

 

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Una pequeña escapada cerca de la costa, ideal para hacer con los niños y ver una de las características que hay en varios lugares de estas montañas: la piedra rojiza.

 

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