“Mexico en familia” – Relat núm.: 6

A continuació us deixo un nou relat. En aquesta ocasió es tracta d’un viatge a Méxic de retrovamens, alegries i aventures.

“Nuestra familia esta desperdigada por el mundo. Mi marido y yo vinimos a Andorra hace 8 años a hacer una temporada y aquí nos quedamos. Otra parte de la familia está en Nueva York y el resto en Argentina. Hace 10 años que no lográbamos estar todos juntos y un día hace casi un año una de mis hermanas medio en broma se le ocurrió juntarnos todos en un punto intermedio a festejar los 70 de mi papa y mis 40. Luego de meses de planificación, mails, Skipe, llamadas, mensajitos, etc., logramos el objetivo.  NOS VAMOS TODOS A MEXICO!!!

Era un viaje largo ( 12 hs) y mucha diferencia horaria (-7hs) pero valía la pena.

Llego el día de empezar a organizarse y armar maletas. Y allí nos pusimos, muchos vestiditos, trajes de baño, chanclas, sobrero, protector solar y antimosquitos. Intentamos llevar todo lo necesario y lo logramos. Maletas listas, comida para el avión lista, que la verdad ni hizo falta ya que pudimos pedir comida especial para niños a la aerolínea (Hay que pedirla con anticipación por teléfono). Ojala los padres también pudiéramos pedir esas comida!!!! (Espaguetis boloñesa a la ida i nugets con patatas a la vuelta).

Nuestro vuelo salía al medio día y como teníamos que estar 3 hs antes, decidimos irnos el día anterior así nos despertábamos con tranquilidad en Barcelona. El vuelo de ida perfecto porque era de día. Los chicos jugaron con todos en el avión, Viole se iba sola por los pasillos ( mama despreocupada ya que no podía ir muy lejos no?? ¡!!) Valentín como es mas peque caminaba de aquí para allá junto a mama o papa.  La vuelta fue un poco más complicada ya que al ser de noche había que dormir y si bien con Viole no hubo problemas, a Valentín le costó más dormir ya que no tenía asiento. Eso si tanto a la ida como a la vuelta viajamos en segunda fila que hay mas lugar para estirar las piernas con el inconveniente de que los asientos de las puntas no se les sube los apoya brazos así que o pudimos armar una gran cama, pero Viole con su metro de altura se acurruco y durmió casi todo el viaje. Por supuesto llevamos de todo para entretenerlos, cuentos, ipad, ipod, iphone, colores, ordenador. No había manera que se aburrieran.

Llegamos a Cancún y allí estaba esperándonos el abuelo Daniel quien  nos llevo a nuestro hotel en Akumal  (http://www.akumalbeachresort.com/es/), un hotel todo incluido ideal para familias, ya que hay actividades para los peques (de 9 a 12 y de 15 a 18) y al contrario de muchos todo incluidos no hay mucha fiesta nocturna.

Costo unos días de despertarnos a las 5 de la mañana pero al cabo de 3 ya logramos despertarnos a las 7 y directo a desayunar.  Del desayuno nos llevábamos a la habitación unos cuantos plátanos para la media mañana.  Si bien había un bufet de hamburguesas, nachos, pizzas y patatas montado todo el día, los niños preferían comer alguna fruta.

Nuestros días pasaron entre playa y piscina. La idea era esa, queríamos descansar y disfrutar de la familia. Las excursiones a las ruinas las dejaríamos para otra ocasión.  Valentín disfrutaba como un pez en el agua, se entusiasmaba con cada pequeña ola del mar, con tirarse solito a la piscina y que papa lo coja.

Viole disfrutaba viendo los nidos de tortugas ya que Akumal es una reserva natural de Tortugas y como estábamos en temporada alta pudimos ver a las pequeñas tortuguitas ir al mar.

Nido de tortuga

Pasaron los días disfrutando de la compañía de los abuelos, tios y primos.

Pero no habíamos hecho semejante viaje para quedarnos siempre en el hotel ¡!!! Teníamos que conocer parte de este hermoso país. Un día nos fuimos todos a Playa de Carmen, para lo cual alquilamos un mini bus con chofer por 100 dólares el día (eso sí regateando, todo hay que regatearlo porque si no te cobrar lo que quieren y mas), allí comimos el mejor seviche de Tulúm, y pasamos un buen día de playa.

Por la tarde ya que teníamos el bus alquilado, nos fuimos a un “cenote” que son unas cavernas con piscinas naturales de agua dulce y fresca. Hay muchas por la zona, nosotros elegimos el cenote dos ojos. (http://www.cenotedosojos.com/). Viole intento meterse  pero desistió las sentir el agua fría en sus pies. Valentín también quería pero el agua estaba muyyy fría!!! Los “grandes” cogimos coraje y al agua pato!!!!!

Llego el día del festejo y nos prepararon una mesa para 14 en el restaurant “especial” del Hotel. La comida muy buena pero hacia tanto calor…. Que pasamos la mitad de la cena en la terraza.  Pero nada importaba, estábamos todos juntos y era la hora de abrir los regalos. La pasamos pipa.

Pasó la semana, los abuelos y los tíos se fueron y nos quedamos nosotros 4 a disfrutar unos días más de sol y playa.

Teníamos un plan pendiente: Ir a nadar con Delfines!!!! Elegimos el paquete que más se adaptaba a la edad de Viole,  “el encuentro” en http://www.dolphindiscovery.com.mx/. Nos encanto!!! Nadamos con delfines, le dimos un beso, jugamos con una pelota. La excursión nos salió 84 dólares  incluida la ida, la vuelta y la comida; mas las fotos otros 80 dólares porque regateamos ya que salían 120 dólares. Eran caras pero necesitábamos conservar ese recuerdo.

Ya era el día de regresar a Casa, acordamos con un taxi que nos recogió en el hotel y nos llevo al Aeropuerto. Luego de 12 hs de vuelo estábamos en Barcelona. La idea era quedarse un día allí pero los peques se durmieron apenas salir del aeropuerto así que nos vinimos directo para Andorra.

Fue un viaje muy intenso que nunca olvidaremos.”