La bonita Venecia

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De ruta por Italia, pasamos un día visitando Venecia. Deciros para empezar que un día es muy poco para disfrutar de esta preciosa ciudad, le hubiera dedicado al menos dos días pero no teníamos tiempo suficiente pues teníamos que seguir ruta. Aún así, lo aprovechamos mucho y pudimos ver los lugares más emblemáticos y pasear por sus calles y callejones encantadores.

Varios son los lugares qué ver en Venecia pero para nosotros lo más bonito fue pasear por sus calles estrechas y perderse por ellas para descubrir los puentes pasando por encima de los canales, ver las casas surgiendo del agua, acercarse a la bahía y poder ver desde allí la puesta de sol.

Si no duermes en Venecia, puedes llegar hasta allí de varias maneras: en autobús desde las principales ciudades de las afueras, en tren o en coche. Nosotros llegamos en autobús que te deja en la estación donde paran todos los transportes: en la Piazzale Roma.

Desde ese punto puedes coger el vaporetto que es como el transporte público (marítimo) de dentro de Venecia y que te deja en diferentes paradas de la ciudad yendo por el Gran Canal. Lo que hicimos nosotros fue ir andando hasta la Plaza San Marco para visitar la ciudad y a la vuelta si cogimos el vaporetto.

Tal como cruzas el puente Ponte Della Costituzzione que está junto en la estación, tienes ante ti las embarcaciones y todas las panorámicas de las casas en el agua. Es tal como se ve en las películas y en los reportajes, una preciosidad.

A medida que vamos avanzando, lo primero que vemos es el Puente de los Descalzos (uno de los cuatro que atraviesan el Gran Canal). Es un buen lugar para contemplar como pasan las distintas embarcaciones por el canal.

Sin cruzarlo, seguimos a través de las calles que incluso te indican que estás siguiendo el camino para llegar hasta la Plaza San Marco y empezamos a encontrar las tiendas o puestos donde venden máscaras venecianas.

Nos adentramos en plazoletas con casas de colores ocres, naranjas, crudos, blancos y, así, una calle tras otras con mercados y puestos donde pararse a tomar un aperitivo.

También empezamos a cruzar los pequeños puentes por donde pasan los canales de la ciudad. Son puentes pequeños, algunos más grandes que otros pero todos tienen su encanto. Puedes pasar un tiempo justo en medio del puente sin cansarte viendo pasar por debajo las góndolas. Estas se deslizan suavemente por el agua realizando un bonito paseo con el gondolero que guía la embarcación a través de las casas que están tocando el agua. También pueden verse algunas de las góndolas atracadas en el muelle.

Llegamos a uno de los lugares más visitados: el Puente de Rialto, que es el más antiguo de los que cruza el Gran Canal y de los más famosos de Venecia. Su imagen la habréis visto en muchísimas fotos pero aún así, una vez allí es un lugar muy bonito. Está rodeado por casas preciosas, pequeños muelles con los conocidos postes de madera que salen del agua para colocar las góndolas u otras pequeñas barcas.

Cruzamos por un momento el Puente de Rialto para pasear junto al Gran Canal y volvemos a cruzar el puente para seguir el camino hasta llegar a la Plaza de San Marco. Pasamos entre pequeñísimas calles hasta aparecer en la gran plaza con el Campanile dominándola por su altura.

Las conocidas palomas de la plaza forman parte del decorado, los edificios con arcadas que la rodean, la Basílica de San Marcos y el Campanile que sobresale por encima de todos. Un decorado que hacen de esta plaza una de las más bonitas.

Y junto a esta se encuentra el Palacio Ducal con sus salas de palacio, un museo, el patio y el acceso al Puente de los Suspiros. Si quieres ver y atravesar el interior del famoso puente deberás hacerlo adquiriendo la entrada al palacio. Pero también puedes ver el conocido Puente de los Suspiros desde fuera, volteando el edificio. Desde un puente paralelo lo vemos perfectamente por encima del canal y con las góndolas pasando por debajo.

Nos encantó la bahía de Venecia! El paseo, los postes (llamados Palinas) para amarrar las góndolas, las farolas antiguas, la vista hacia las islas cercanas y la puesta de sol, todo hace que Venecia sea un lugar para disfrutar.

Aquí mismo cogimos el vaporetto que nos llevó de regreso por el Gran Canal hasta la parada de la estación.

Esto es lo que dio de si un día en Venecia, si hubiéramos podido alargar un día más hubiéramos ido a ver las islas de Murano y Burano para conocer sus coloridas casas. Una buena excusa para volver algún día.

Por cierto, os aconsejamos que os acerquéis también a la Librería Acqua Alta si os gustan las librerías curiosas. 

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