París y Versalles en 3 días

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Aprovechando un fin de semana largo, nos escapamos a París. Una ciudad preciosa, que cuenta con innumerables lugares imprescindibles, haciendo falta muchos días para poder disfrutar de todo. En nuestra visita hicimos una ruta de 3 días por París para ver los lugares más típicos y conocidos; era la primera vez para las niñas y les gustó tanto la ciudad que tendremos que volver para conocerla más a fondo.

Aquí os indico las visitas que hicimos para que podáis coger alguna idea y enlaces útiles para planear las visitas.

Día 1:

Por la mañana:

Una de las primeras visitas obligatorias era subir a la Torre Eiffel. En su página web puedes informarte sobre los horarios de visita (se puede visitar de día y de noche). Es uno de los monumentos más visitados así que si queréis aseguraros la entrada (sobre todo en las épocas con más turistas) es importante que reservéis entradas para subir.

Existen varias opciones: podéis subir a pie o en ascensor hasta el segundo piso y a partir de este, si queréis llegar hasta la cumbre, se debe hacer en ascensor. Dependiendo de como y hasta donde subáis, el precio varía. Así, las opciones son las siguientes: la primera opción es subir andando las escaleras hasta el segundo piso o subir andando hasta el segundo piso y luego coger el ascensor para llegar hasta la cumbre (en este caso hay que comprar las entradas in situ); la segunda opción es coger el ascensor para llegar hasta el segundo piso y luego coger otro ascensor hasta la cumbre. En este caso es recomendable comprar las entradas por internet en su página oficial para evitar colas y sobre todo tener plaza asegurada para realizar la visita.

Aunque es cierto que el precio es elevado, a nosotros nos gustó mucho poder subir a la cumbre de la Torre Eiffel. No se visita siempre un monumento tan emblemático como este así que para nosotros mereció la pena. Las vistas de todo París desde allí son preciosas.

Por la tarde:

Nos adentramos en el maravilloso Museo del Louvre! Qué bonito es y que esculturas y obras de arte tan preciosas! Me tiene enamorada este museo.

En este caso no compramos las entradas, pero como era un día entre semana y no festivo, no tuvimos que hacer nada de cola. Si planeáis ir en época de vacaciones lo recomendable es comprar la entrada por adelantado en su web y así ahorrar tiempo. Un punto muy interesante viajando en familia es que los menores de 18 años no pagan entrada. Podéis ver las tarifas en su página web oficial. El primer sábado del mes, a partir de las 18h00 hasta las 21h45, la entrada es gratuita para todo el mundo.

Antes de entrar, podéis pasar por unas cabinas de guardarropía, para dejar las chaquetas o cualquier otra cosa y visitar cómodamente el Museo. Es un servicio gratuito.

Hay muchas obras de arte que ver en en Louvre y muy difícil hacerlo en un día, así que es recomendable que antes de empezar a visitar el museo, marcar lo que más os interesa ver e ir directos. Si al acabar aún os quedan fuerzas, podéis continuar visitando las otras salas. Es muy grande así que deberéis dar preferencia a lo que más os interese.

Estas son algunas de las obras que nos interesaban y visitamos en una visita más o menos rápida en el Louvre: La Gioconda o Mona Lisa (Sala 711), la Coronación de Napoleón (Sala 702), La Libertad (Sala 700), la Venus de Milo (sala 345), la sección de Egipto.

Antes de volver al hotel nos acercamos hasta la Place Vendôme. una plaza donde se encuentran joyerías y tiendas de lujo.

Día 2:

Por la mañana:

Era importante para las niñas visitar Versalles ya que en el colegio habían aprendido la Revolución Francesa y les interesaba mucho ver donde vivieron Louis XVI y Maria Antonieta. Aquí también tenéis la opción de comprar las entradas en su web oficial.

Para llegar hasta allí, podéis coger el tren de la línea RER C (amarilla) hasta la estación Versailles Rive Gauche. 

Hicimos dos visitas: una fue el Castillo de Versalles con las distintas estancias del Rey, también la bonita Sala de los Espejos y los aposentos de la Reina, la otra visita fue el Hameau de la Reine. Este último es donde Maria Antonieta solía pasar tiempo para alejarse por un instante del ritmo de palacio. Para llegar hasta aquí hay que cruzar parte de los jardines, así que tened en cuenta que tendréis que andar bastante. También podéis alquilar un pequeño vehículo o subir a un trenecito para recorrer las largas distancias.

La verdad es que nos sorprendió mucho el Hameau de la Reine, son casitas más rústicas, de estilo medieval junto a un pequeño lago y un bosque donde dar bonitos paseos. Parece más bien un decorado de cuento. 

Por la tarde:

Después de tanto andar, nos decidimos a visitar el Arco del Triumfo y ver un tramo de los Campos Eliseos.

Día 3:

Por la mañana:

Fuimos a ver el barrio bohemio y artístico de París, Montmartre. Calles estrechas que dan paso hacia la Plaza del Tertre. Esta plazoleta es el punto de encuentro de distintos artistas que exponen sus cuadros. También encontraréis varios bares y terracitas para tomaros algo mientras disfrutáis del lugar.

Dominando la colina en la que se encuentra Montmartre, veréis la iglesia del Sacré Coeur con su escalinata. Este lugar nos recuerda a la película francesa de Amelie Poulain.

Un lugar perfecto para comprar un souvenir si soléis hacerlo durante los viajes. Nosotros compramos unos Macarons decliciosos!

Si aún os quedan fuerzas para andar, os podéis acercar hasta el Moulin Rouge que está a tan solo unos diez o quince minutos a pie.

Por la tarde:

Estuvimos visitando la iglesia de Notre Dame de París. Sus conocidas gárgolas y su historia nos hacia pensar en Quasimodo, el personaje imaginario de la novela El Jorobado de Notre Dame de Victor Hugo.

La entrada a la iglesia es gratuita pero se pueden visitar las torres y en este caso hay que comprar las entradas y puedes hacerlo en su web oficial.

Junto a Notre Dame están los Bouquinistes, los puestos de libros de segunda mano o antiguos que hay junto al río sena.

También nos acercamos andando desde allí al Centre Pompidou. Si os gustan las exposiciones de arte moderno y abstracto, este museo os gustará. El primer domingo del mes la entrada es gratuita, así que si coincide con vuestro viaje merece la pena entrar ese día, de lo contrario también podéis comprar las entradas por adelantado en su web para evitar las colas. Además, las vistas de París desde los últimos pisos es muy bonita.

Esto es lo que pudimos ver en esos tres días. Nos quedaron muchísimas cosas más pero siempre habrá tiempo de volver a una ciudad tan bonita como París.

Alojamiento:

Os hablo del hotel donde nos alojamos porque estuvimos muy bien en él. Es un hotel moderno y funcional: Yooma Urban Lodge. Las habitaciones son pequeñas pero bien aprovechadas pues en una sola habitación cabíamos los cinco (cosa muy complicada cuando eres familia numerosa). Nuestra habitación consistía en una cama de matrimonio, cuatro camas en litera, lugar para guardar la ropa, un cuarto para el aseo y otro para el baño.

Tuvimos una habitación muy bien insonorizada. En París el alojamiento no es muy económico, así que este hotel calidad/precio es muy interesante.

Se encuentra a 15 minutos a pie de la Tour Eiffel y a 7 minutos del metro que comunica muy fácilmente con los lugares de interés turístico. También está muy cerca de un centro comercial.

Al estar tan cerca de la Torre Eiffel, era un lujo poder verla cada día al salir o al volver al hotel.

Si vais en coche también cuenta con parking privado justo debajo del hotel.

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