Qué ver en Ariège en los Pirineos Franceses

També en / También en / Aussi en: Catalán

Les Pyrénées Ariègeoises es una región no muy conocida del Sur de Francia. Hace frontera con Andorra y tiene varios puntos de interés para pasar un fin de semana o unos días de vacaciones en la naturaleza.

A continuación te propongo una lista que hemos podido visitar nosotros.

El más conocido es Foix por su castillo tan bien conservado. El castillo se encuentra en lo alto de una peña. Se puede visitar adquiriendo una entrada y en el interior verás también espacios museísticos y podrás realizar talleres lúdicos.

Si quieres tener una vista de Foix así como de sus alrededores, puedes subir en coche hasta el Col du Prat d’Albis. Un puerto conocido para los ciclistas. Queda muy arriba, pero tiene unas bonitas panorámicas.

En Ax-les-Thermes, que como su nombre indica es un pueblo con oferta termal donde encontrarás fuentes públicas con agua caliente donde relajar los pies, puedes realizar varias actividades: circuito de aventura en los árboles, una visita a la Maison des Loups (casa de los lobos), entrar en la Forêt de la Musique (el bosque de la música) y otras. Puedes ver más detalles en este otro artículo.

En esta región hay muchas cuevas prehistóricas: Grotte de Niaux, Grotte de Lombrives, Rio Subterráneo de Lombrives y alguna más como la Grotte du Mas-d’Azil que es la que conocemos. Su característica es que se accede a ella por la mitad de un túnel. Por ese mismo túnel también pasa la carretera, así que para llegar a ella primero tendrás que cruzarlo con el coche.

Hablando de prehistoria, el Parque de la Prehistoria es un lugar perfecto para ir con los niños. Encontrarás distintos talleres para que puedan conocer más de esa era a través de pinturas murales, lanzamiento de lanzas o ver como hacían el fuego. Puedes leer más en este artículo.

No muy lejos, puedes visitar una granja de ovejas de Mohair. Su lana se utiliza para hacer ropa suave y muy caliente. Podrás tocarlas y notar su lana que se transformará en prendas para el invierno. La granja se llama Mohair Pyrénées.

Continuamos descubriendo lugares. Para ello nos alojamos en una de las muchas casas rurales que hay en los distintos pequeños pueblos de la zona. Estuvimos en Haras Picard du Sant. Nos gustó mucho por su decoración, una casa del siglo XVIII transformada y decorada con mucho gusto por sus propietarios. Las mermeladas caseras y los quesos del desayuno son una delicia.

Para desplazarnos entre los diferentes lugares que visitamos, las conexiones se hacen a través de carreteras secundarias y así llegaremos hasta el Lago de Bethmale. Un bonito lago con aguas cristalinas como un espejo, donde suelen ir pescadores así como familias.

Siguiendo la carretera, subimos hasta el Puerto de la Core para volver a descender y llegar al pueblo de Seix. Con sus construcciones antiguas y anclado en plena naturaleza donde también puedes hacer excursiones o disfrutar con canoas por el río.

Llegamos hasta Cominac, una aldea interesante por sus construcciones: unos graneros que utilizaban los granjeros para guardar el heno. Unos graneros muy fotogénicos.

El pueblo de Saint-Lizier forma parte de los pueblos más bellos de Francia. Los edificios históricos: el Palacio de los Obispos y Notre Dame de la Sède son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Si te gustan las historias de caballeros, tienes el Castillo de Montségur y el pueblo bajo la montaña. Fue sede de los Cátaros  y en donde se suponía que se escondía el Santo Grial. Puedes ver más detalles en este otro artículo.

El lago de Montbel es un lago artificial acondicionado para poder realizar actividades acuáticas en verano: pedalós, canoa, paddle surf, vela. También cuenta con unos espacios que sirven de playa.

Camon también forma parte de los pueblos más bellos de Francia. Fue un priorato convertido posteriormente en una fortificación y para entrar hay que hacerlo a través de la puerta arqueada de la iglesia.

El castillo de caballeros Lagarde también se puede visitar. De este castillo quedan algunas torres aunque está en ruinas. Aún así su forma recuerda a los grandes castillos.

Queda una de la joyas de la región de Ariège: el pueblo de Mirepoix. Su plaza es un referente con sus casas medievales y sus fachadas. Una de sus celebraciones más conocidas es la fiesta de la manzana, en la que realizan esculturas gigantes utilizando manzanas como elemento.

Si decides alojarte en Mirepoix, nosotros estuvimos de maravilla en la Maison d’Anne-Do, a tan solo 5 minutos andando de la plaza principal. Esta casa albergaba los señores de Levis de Mirepoix, historiador, novelista y ensayista francés.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *