Albi, tierra de Cátaros

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En una ruta para ver 7 pueblos con encanto en el Sur de Francia, hemos conocido Albi, en el departamento del Tarn y a pocos quilómetros de Toulouse, tierra de Cátaros en los siglos XII y XIII. Esta ciudad episcopal fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2010 por la arquitectura de su conjunto de edificios medievales.

La Catedral de Santa Cecilia domina Albi con sus 78m de altura. Es la catedral más alta de ladrillos del mundo pareciendo un castillo fortificado por su exterior. Es impresionante.

En su interior encontramos una iglesia repleta de frescos y representaciones que se leen como la Biblia. El colorido de estas pinturas es precioso y único pues hace única esta catedral.

El interior de la Catedral se divide en 3 partes: por una parte la sala de la catedral en sí, otra situada en un piso superior que es el museo que guarda los tesoros sagrados entre los cuales un Mapa Mundi de más de 1.300 años, y una tercera parte que es una maravilla: una iglesia dentro mismo de la catedral, el Coro de los Cánones. Esta parte está separada por una pared de piedra blanca con mil detalles y en el interior encontramos más de 200 figuras en un estado de conservación magnífico con unos detalles que rozan la perfección.

Nos sorprende también por su arquitectura el Palacio de la Berbie (el Palacio Episcopal). Un edificio de ladrillos con unas dimensiones y una altura considerables. nos sentimos como pulgarcito junto a estas torres tan altas. En este mismo edificio está situado el museo dedicado al conocido pintor: Toulouse-Lautrec, nacido en Albi.

Junto a este encontramos los jardines del palacio en el antiguo patio de armas. Desde allí se pueden ver el río Tarn, el Puente Viejo de Albí del siglo XI.

Para conocer la parte histórica de la ciudad y los puntos de interés con los niños, en la Oficina de Turismo disponen de un juego para ir descubriendo detalles escondidos en distintos puntos del barrio antiguo de Albi. Este juego os lleva a pasear por calles estrechas con casas medievales preciosas. En algunas de estas casas hay grabadas siluetas curiosas como en la Casa Enjalbert del Siglo XVI.

Así pudimos conocer el claustro de Saint Salvi. Paseando por sus calles adoquinadas se llega a este bonito lugar. Una curiosidad que encontraréis aquí son las huellas visibles aún en los ladrillos que quedaron marcadas de cuando los obreros giraban los ladrillos para secarse.

Junto al claustro se encuentra la plaza de Saint Salvi donde era punto de comercio en su época esplendorosa.

La visita a Albi es imprescindible en la ruta de los pueblos con encanto de la región. En esta lista de las 7 poblaciones que visitamos en los alrededores podrás ver que hay lugares llenos de encanto para perderse un fin de semana. Todos son pueblecitos pequeños que tienen un patrimonio histórico muy importante y por los que es un placer pasear.

 

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